ISOVER es el único fabricante de lanas minerales cuyos productos disponen de los distintivos EPD® System con reciprocidad Global EPD.
La energía consumida en su proceso de fusión incorpora un “Certificado Verde”.
Los edificios generan impactos derivados de sus aspectos ambientales a lo largo de todas las etapas de su ciclo de vida, considerando desde la extracción de las materias primas de los materiales que forman el edificio, hasta la demolición del mismo y gestión de los residuos producidos.
La aplicación de esta filosofía basada en el enfoque del Ciclo de Vida de un edificio, permite identificar desde la fase de diseño soluciones constructivas que minimicen los impactos del edificio a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida.
ISOVER ha sido la primera empresa de productos de la construcción, fabricante de productos de aislamiento en lana mineral, en obtener la publicación de DAPs según The International EPD® System con reciprocidad AENOR Global EPD, programas de declaraciones ambientales de producto con mayor prestigio y difusión en la comunidad científica internacional, demostrando su firme compromiso con la construcción sostenible.
En este contexto, Saint-Gobain ISOVER da un salto más en su apuesta continua por la SOSTENIBILIDAD de tal forma que la energía consumida en su proceso de fusión, incorpora un “Certificado Verde”, por el que se garantiza que el origen de la energía consumida es generado por fuentes renovables.
La sostenibilidad es un eje estratégico para Saint-Gobain que incorpora el estudio del análisis de ciclo de vida y la elaboración de las correspondientes Declaraciones Ambientales de Producto, que son el único medio para hacer un análisis científico del impacto de los productos sobre el medio ambiente y es el método más vanguardista reconocido a nivel científico internacional.
Un Análisis del Ciclo de Vida (Life Cycle Assessment - LCA) es una relación de todos los impactos positivos y negativos de un producto en el ambiente. Estos impactos se miden en cada etapa de la vida del producto “de la cuna a la tumba” (es decir, desde la extracción de las materias primas hasta el final del uso del producto y la demolición del edificio), con indicadores ligados a todos los aspectos ambientales de cada una de las fases.
Con estas medidas, la compañía da un salto radical en pro de la sostenibilidad, lo que permitirá reducir radicalmente los aspectos ambientales asociados a sus actividades y productos, y cuyos resultados se verán reflejados en las correspondientes declaraciones ambientales de productos. Obteniéndose mejoras de los valores de emisiones de CO2 en casi un 40%, y disminuyendo en más de un 50% la contribución a la acidificación del planeta, entre otros impactos, para la mayoría de sus productos en la gama de edificación.